El equipo que milita en la Primera B Metropolitana, sigue deambulando por los diferentes reductos luego de que el Municipio de Pilar decidió que ya no serían locales en el Carlos Barraza, de ésa Ciudad. Es por eso que, luego de pasar por el estadio de Deportivo Armenio y Barracas Central en el torneo pasado, buscarán mudarse a Los Polvorines.
En principio, el acuerdo sería de $10.000 (diez mil pesos) por partido jugado, además de material de pintura que será entregado a fin de año. Pero aún restan detalles para que se llegue a un trato. Uno de los problemas es el operativo policial, que correrá por cuenta de Fénix, pero deben conversar con el Municipio de Malvinas para acordar los términos.
Por el lado de la dirigencia de San Miguel, y en palabras de Eduardo Coria, lo que se buscará es que la prioridad para jugar -en caso de tener localía en la misma fecha- sea del dueño de casa. Es decir, que el Verde juegue sábado o domingo (siempre que Aprevide habilite esta posibilidad), o siempre jugar unos días antes que Fénix.
Para poner en contexto lo que sucede con el Cuervo (como se conoce a la institución originaria de la ciudad porteña de Colegiales), en 1.978 y en plena dictadura militar, fueron intimados a abandonar los terrenos donde se encontraba el estadio que les pertenecía. Esto fue debido al decreto nacional conocido como "Plan de autopistas urbanas", anunciada por el entonces intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Osvaldo Cacciatore. Algo similar a lo que sucedió con San Lorenzo de Almagro y, en otro caso parecido, con Justo José de Urquiza.
En 2.004, Fénix se mudó a Pilar, donde obtuvo los mejores logros deportivos de su historia, haciendo de local en el Estadio Carlos Barraza. Pero el año pasado hubo un descuerdo entre dirigentes y tuvieron que abandonar la Ciudad. Estuvieron cerca de ser anfitriones en Mercedes, aunque se llegó a un acuerdo con Deportivo Armenio y luego con Barracas Central para utilizar las instalaciones en el campeonato anterior.
Así están las cosas para éste club nómade que sufre, aún hoy, las consecuencias de la última dictadura cívico - militar que dañó a nuestro País durante 1.976 y 1.983. Por ahora y sólo "de palabra" tiene todo acordado para jugar en el Malvinas Argentinas, aunque falta poner la rúbrica para sellar el trato.
Para poner en contexto lo que sucede con el Cuervo (como se conoce a la institución originaria de la ciudad porteña de Colegiales), en 1.978 y en plena dictadura militar, fueron intimados a abandonar los terrenos donde se encontraba el estadio que les pertenecía. Esto fue debido al decreto nacional conocido como "Plan de autopistas urbanas", anunciada por el entonces intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Osvaldo Cacciatore. Algo similar a lo que sucedió con San Lorenzo de Almagro y, en otro caso parecido, con Justo José de Urquiza.
En 2.004, Fénix se mudó a Pilar, donde obtuvo los mejores logros deportivos de su historia, haciendo de local en el Estadio Carlos Barraza. Pero el año pasado hubo un descuerdo entre dirigentes y tuvieron que abandonar la Ciudad. Estuvieron cerca de ser anfitriones en Mercedes, aunque se llegó a un acuerdo con Deportivo Armenio y luego con Barracas Central para utilizar las instalaciones en el campeonato anterior.
Así están las cosas para éste club nómade que sufre, aún hoy, las consecuencias de la última dictadura cívico - militar que dañó a nuestro País durante 1.976 y 1.983. Por ahora y sólo "de palabra" tiene todo acordado para jugar en el Malvinas Argentinas, aunque falta poner la rúbrica para sellar el trato.
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